Hace unas cuantas semanas tuve la oportunidad de viajar a Colombia – a Bogotá, más específicamente – para trabajar en la serie La Reina del Sur 3. Aparte de haber sido coach de unos 20 actores y actrices, lo que traigo conmigo es la experiencia de la interacción humana que tuve con cada uno de ellos. Eran de Bogotá, claro, de Cali, Medellín, de la Amazonia y de varios pueblos y ciudades cerca de Bogotá. Ser su “coach” a final de cuentas fue un aprendizaje para mi. Escuchar cada una de sus historias – cómo llegaron donde estaban en sus vidas… en sus carreras. La alegría con la que enfrentaban los retos de cada día contagiaba. Tenía tintes mágicos. Quizá porque Colombia viene de una época muy oscura a fines del siglo pasado. Pero el país se va reestructurando. Y esto da aliento a artistas, que a su vez dan aliento a su entorno… y a una sociedad que quiere cambiar. Es una retroalimentación que hace con que crezcan – que no queden estancados en el tiempo ni en las ideas. Fui afortunado de haber conocido a cada uno de los actores y actrices. Cada paso en set, y cada paso en las calles de Bogotá trajo algo que lo llevaré por siempre. Por eso, agradezco cada día que estuve en Colombia.